Comienza por creer a la persona que ha sufrido abusos.
Adjunto un breve vídeo de mi estimada Pam Rubin, que gratamente se ha prestado a compartirlo en este espacio. Se refiere a la importancia de validar la experiencia de las personas que buscan ayuda ante situaciones de abuso.
Como bien explica, tener una actitud receptiva, de escucha y de creer en lo que nos dicen es el primer paso para poder afrontar situaciones tan delicadas y dolorosas como el abuso y el trauma.
En general, estas personas se enfrentan a negaciones reiteradas de sus interlocutores, lo que las deja profundamente abandonadas ante sucesos que producen tanto sufrimiento. Estas formas de negación pueden tomar el aspecto de conspiraciones de silencio, de imputar responsabilidades a la víctima o de duda ante la situación. Muchas veces lo que ocurre es que el entorno no se siente capaz de abordar y sostener tanto dolor, de manera que le resulta difícil contactar con la situación. La negación funciona como una forma de evitación del dolor. Pero el trauma ha tenido lugar, de modo que al no validar la experiencia no hacemos más que incrementar el sufrimiento. Queremos ayudar a superar la situación “haciendo ver que no ha pasado nada” o evitando afrontar el hecho. Así sólo logramos retraumatizar a la persona que busca nuestra ayuda.
Estar abiertos a escuchar y acompañar es la verdadera puerta de entrada a un proceso auténtico de sanación.